Profeta de la desdicha a punto de concluir rodaje desde el desierto
Los habitantes del ejido Las Margaritas, en San Luis Potosí, deciden hacer un plan para enfrentar el fin del mundo y evitar la muerte así que proponen no salir del pueblo. Deben cuidar el pozo entre todos. Cada uno esconde unos cuantos víveres esperando que las cosas mejoren en un futuro. Al ser el fin del mundo y la “civilización” un hombrecillo sostiene diálogos profundos con los habitantes que narran momentos de felicidad entremezclados con sueños y deseos anhelados durante su experiencia sobre la tierra.
Este recorrido entre la oniria, nostalgia y una fuerte inspiración rulfiana, es atravesado por el lente del director Bernardo Arellano (Entre el día y la noche, 2011) en el largometraje El profeta de la desdicha, mismo que ha sido arropado por La Maroma Producciones.
Bernardo Arellano ha explorado en más de una ocasión los márgenes sociales y culturales “en donde encontramos nuestros vicios”, según sus propias palabras. Ahora, en El profeta de la desdicha, algo que llama la atención del director es “el papel protagónico que cobra cada elemento de la naturaleza” en el lugar de la filmación, por ejemplo “la relación de los animales con el tiempo, con los ciclos”.
Al finalizar esta etapa de rodaje, La Maroma Producciones compartirá imágenes inéditas sobre este peculiar proyecto fílmico.